Agenda electoral 2016

Luis Carlos Ugalde

El 5 de junio habrá elecciones en 13 entidades del país. En ellas se elegirán 12 gobernadores, 388 diputados locales de 12 entidades y 548 ayuntamientos de 11 entidades (en Oaxaca se elegirán solamente 153 por régimen de partidos y 417 por usos y costumbres).

Las 12 entidades que tendrán elecciones a gobernador (Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas) acumulan 24.8 por ciento del PIB nacional, concentran 31.8 por ciento del electorado y 32.3 por ciento de la población total del país. Veracruz es el estado que ocupa el primer lugar en estos indicadores, seguido de Puebla y Chihuahua. El último lugar es Tlaxcala, que empata con Aguascalientes en porcentaje de la lista nominal y de la población total que concentra. Sin embargo, hay un abismo entre ambos. Según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, Aguascalientes fue la entidad que más creció en 2014, con una tasa de 11.3 por ciento (9.1 puntos arriba del promedio nacional, que fue de 2.2), mientras que Tlaxcala apenas creció a 2.4 por ciento.

De las 12 entidades con elección de gobernador, en cinco nunca ha habido alternancia: Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz. Por su parte, Aguascalientes y Zacatecas han tenido un periodo de transición en el cual el PAN y el PRD gobernaron durante dos sexenios (1998-2010). Tlaxcala es la única entidad donde han gobernado los tres partidos grandes: PRD en 1999-2005, PAN en 2005-2011 y el PRI antes y después de esos periodos.

De las 12 entidades en disputa, el PRI gobierna actualmente en nueve de ellas: Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas. El PAN gobierna dos ganadas en coalición: Puebla y Sinaloa. En Oaxaca gobierna la coalición Movimiento Ciudadano-PRD-PAN. (Decir que gobierna una coalición es con frecuencia un eufemismo o ironía. Con frecuencia quien gobierna es el gobernador de la mano de sus aliados, sean del partido que sean. Algunos partidos coaligados festejan la noche de la elección y en ocasiones son desplazados de la gestión de gobierno).

Las coaliciones electorales son esenciales para ganar elecciones, sobre todo para el PAN y el PRD. Según datos de Sebastián Garrido, entre 2009 y 2015 hubo 41 elecciones para gobernador. Treinta y seis de ellas fueron ganadas por una coalición. El PRI ganó 26 elecciones, 25 de ellas en coalición. El PAN ganó nueve, seis de ellas en coalición (cuatro de ellas incluyeron al PRD). El PRD ganó nueve elecciones, todas en coalición (cuatro de ellas incluyeron al PAN).

No será diferente este año. El presidente nacional del PRD, Agustín Basave, lo reconoció: “El objetivo a largo plazo es que podamos ser competitivos e ir solos. Ahorita no es el caso y si no somos realistas no sé a dónde vamos a acabar, aun en los estados donde somos competitivos solos es difícil que ganemos”. Por su parte, el presidente del Consejo Nacional de ese partido, Ángel Ávila, dijo que están interesados en hacer alianzas para ocho de las 12 entidades que se disputarán en 2016: Veracruz, Oaxaca, Hidalgo, Durango, Puebla, Zacatecas, Tamaulipas y Sinaloa. Durante el periodo vacacional firmaron la alianza con el PAN en Durango.

Las elecciones se darán en un contexto que tiene tres aristas principales. La primera es una tendencia hacia una mayor fragmentación del voto. Mientras en 2000 los tres grandes concentraban 94 por ciento del voto, en 2015 sólo 60 por ciento Es previsible que esta tendencia siga creciendo en 2016. La segunda es una “ola antipartidos” y el éxito de algunos candidatos independientes. Hoy más ciudadanos pueden aspirar a ocupar un cargo público aunque no pertenezcan a ningún partido. ¿Cuántos candidatos independientes lograrán la victoria en 2016? En el periodo vacacional se anunció una candidatura sin partido que puede ser muy atractiva y exitosa: la de José Luis Barraza, expresidente del Consejo Coordinador Empresarial y de Coparmex, como candidato a gobernador de Chihuahua.

La tercera arista es la que probablemente se convierta en el tema principal de las campañas: la corrupción. Desde fines de 2014 ésta ha sido la que más ha dañado la reputación del gobierno de Enrique Peña Nieto. Cada vez es más notoria una exigencia ciudadana para que sean castigados lo actos corruptos. Parte de ello explica la victoria de Claudia Pavlovich en Sonora y de Jaime Rodríguez Calderón en Nuevo León. Ambos acusaron a los gobernadores en turno de corrupción rampante y capitalizaron el hartazgo social. Ambos prometieron erradicar el problema y castigar a los culpables y resultaron victoriosos.

¿Cuántos candidatos replicarán la estrategia? Seguramente varios. En algunas de las 12 entidades con elección de gobernador hay severas acusaciones de corrupción y abuso del poder. En algunas de ellas candidatos independientes o de partidos de oposición podrán ganar. El combate a la corrupción seguirá así una ruta ascendente desde la periferia hacia el centro.

Twitter: @LCUgalde